Interpelar el territorio desde la dimensión espacial

 por Cristina Carballo[1]

Investigar en pandemia nos invita a reflexionar la dimensión espacial de nuestra realidad social, a partir de algunos aportes de las y los estudiantes avanzados de la Licenciatura en Geografía (UVQ). Resultados que surgieron de la construcción de herramientas conceptuales y técnicas que les permitiera cuestionar la realidad social marcada por el aislamiento dentro de una globalización de crisis. Bien lo describe en una nota Gabriel Markus (2020): “El orden mundial previo a la pandemia no era normal, sino letal”.

Nos encontramos frente a una globalización de la enfermedad y de la salud. A menudo nos referimos al COVID-19 desde diferentes escalas de análisis social, que van desde la mundial hasta la cotidiana. Detrás de la noticia o la información en diferentes formatos, se desvanece lo territorial y lo local. Pero, como veremos, no es así, recurrimos al territorio desde múltiples aristas; y así lo local adquiere un renovado protagonismo. De allí que las experiencias que se presentan recurren a un necesario diálogo teórico-conceptual de algunas cuestiones que hacen a las nociones de espacio.

Nos sorprende la necesidad de replantear la idea de distancia-proximidad como espacios y territorios relativizados por una práctica individual como colectiva. Si bien estas posturas recientes rompen con la idea de la extensión recreada únicamente como una dimensión lineal, se yuxtaponen,  a la vez, otras necesidades y otro tipo de relaciones a las que accedemos a través de un zoom o meet, o Facebook. Estos nuevos territorios en la web dejan en evidencia nuevas reconfiguraciones sociales como culturales de la globalización del virus. Por otra parte, no todas las personas “podemos quedarnos en casa” dada la estructura del empleo, ya sea formal o informal. Y si a esto le sumamos la accesibilidad (o no) a las tecnologías y a la Internet, quedan al descubierto la encrucijada y la vulnerabilidad social de las sociedades que desenmascaran la ilusión neoliberal del capital global. Brecha que se visibiliza con el acceso a las tecnologías para el trabajo, la educación o las relaciones familiares y la lista continúa. Parece ser que el individualismo y la mediación tecnológica son la respuesta a la pandemia. El consumo y el poder consumir han sido la clave en la globalización prepandemia, hoy puesta en debate por el COVID-19 que no conoce de fronteras ni de nacionalismos. En esta línea, David Harvey (2020) plantea:

comienzo-citas Las reglas del distanciamiento social sugeridas podrían llevar, si la emergencia continúa el tiempo suficiente, a cambios culturales. La única forma de consumismo que casi con toda seguridad se beneficiará será lo que yo llamo la economía de “Netflix”, que da servicio, de todos modos, a los “espectadores de atracón” (párr. 21).

En esta ecúmene digital, la mirada del geógrafo no está ausente. Desde fines del siglo XX se discuten en profundidad aspectos que replantean las nociones que nos definen desde las prácticas y representaciones de nuestra dimensión espacial (lugar, ubis, posición, escala, distancia, región, límite, entre algunos) provocados por el avance tecnológico tanto en las comunicaciones y en las formas en que nos conectamos entre sí, además en las posibilidades de desplazamiento material o inmaterial como nuestros hábitats en redes. Estas realidades de la web-espacio nos posicionan a cada uno de nosotros en un mapa diferente. Sin embargo, lo que nos vuelve a interpelar a nuestras nociones sobre los tradicionales atributos del espacio geográfico es, sin duda, la escala espacio-tiempo de la cotidianidad. En el día a día, nuestros espacios relativos y relacionales han sido y siguen siendo en función de incorporar la amenaza del COVID- 19. Es por ello que partimos de una visión crítica, repreguntándonos sobre el alcance de las nociones clásicas de la disciplina:

comienzo-citas La sempiterna pregunta disciplinar del ¿dónde? ¿dónde ocurren los fenómenos? y su consecuente ¿por qué allí?, como interrogantes que implicaban el requerimiento de una circunscripción locacional, ya no remiten ni necesaria ni exclusivamente a las características concretas, –materiales– del lugar como depositario final, obligatorio de los acontecimientos. Por el contrario, la interpretación del ¿dónde? y del ¿por qué allí? de cualquier fenómeno, acontecimiento o proceso que interese a los geógrafos exige la consideración de las múltiples dimensiones de la espacialidad (Valenzuela, C. y Pyszczek, L., 2012, p. 76).

Con esta presentación de la complejidad de la dimensión espacial como campo de debate en la investigación que hoy nos convoca, sigue otro concepto-protagonista del cual contamos con una extensa literatura: el territorio. Sin duda, podríamos escribir mucho al respecto. En esta ocasión, nos referiremos al territorio como una categoría que permite visibilizar las relaciones de poder en diversas manifestaciones sociales que agencian y constituyen su propio territorio. Ya sea tanto desde el sentido simbólico-cultural, como de las expresiones identitarias o lazos solidarios, como de las representaciones de lo vivido desde lo cotidiano o mediado por la reconfiguración tecnológica. En el territorio se disputan y negocian diferentes dimensiones colectivas e individuales de superación frente a la pandemia. Es ahí donde se materializan los paisajes urbanos contemporáneos que expresan una profunda desigualdad y fragmentación socioespacial. La escala local se pone en diálogo tanto con los impactos de la actual globalización –por cierto en jaque– como con la debilidad del poder público; y, además, pone en debate al mito científico de que todo lo puede. Contextos de espacialidad que reproducen escenarios de incertidumbre.   

Los trabajos presentados en este dossier fueron realizados en el marco de la asignatura Metodología de las Ciencias Sociales de la Licenciatura en Geografía (Ciclo de Complementariedad Curricular) bajo la modalidad virtual de la Universidad Nacional de Quilmes. En este espacio se despliegan herramientas que hacen a la metodología y sus técnicas para analizar el presente social. En esta oportunidad, desde los contextos de pandemia. Cada uno de los trabajos constituyen aportes singulares que prestan suma atención al contexto de producción de conocimiento.

El primero de ellos pertenece a la Dra. Malena Mazzitelli Mastricchio, profesora que tuvo a su cargo la asignatura durante el período lectivo 2020, con el trabajo: “Un espacio con coordenadas diferentes. Una experiencia didáctica en metodología geográfica en pandemia”. En este artículo se narra el trayecto didáctico desde donde fue pensada esta primera experiencia de formación de las y los estudiantes en metodología para la investigación, en espacios de pandemia. Este artículo enmarca el trayecto formativo y el contexto de producción de los tres trabajos que a continuación se detallan. Cada una de las colaboraciones proporcionan lecturas críticas de la pandemia desde la espacialidad.

El primer trabajo, de Andrés Recalde, indaga a través del papel de la narración de la realidad desde la espacialidad que se construye y produce desde la prensa. Para ello toma estudios de casos e intenta descifrar las espacialidades representadas. El propósito del autor es posicionar la Argentina en el contexto internacional de la pandemia con su trabajo: “La difusión de un relato de territorios narrados en pandemia: las relaciones internacionales de Argentina a través de la prensa”.

Desde lo cultural, la imagen se posiciona como una construcción necesaria para establecer un orden social frente a la desigualdad imperante en la escala local. En este artículo se analiza la realidad web de la pandemia para proponer una visión crítica de la imagen como modelo hegemónico, intentando ir más allá de la materialidad y de la percepción de los ciudadanos en sus territorios como: “Imágenes de lo urbano en paisajes de pandemia. Construcciones de Florencio Varela desde la web” de Cecilia M. Urbanovicz y Cristian Larroza. 

Cerrando el dossier, el artículo “El rol de la Multisectorial Gualeguaychú. La construcción de territorio en el contexto de COVID-19”, de Gabriel Edgardo Velázquez,  analiza al territorio desde los movimientos sociales y sus estrategias de superación frente a la emergencia sanitaria en los sectores sociales más vulnerables. En este trabajo el territorio es recreado desde las organizaciones sociales en la emergencia urbana. Para ello recupera la noción de territorialización –del geógrafo R. Haesbaert– como un proceso dinámico de apropiación político-económica, como simbólico-cultural del espacio por parte de los grupos sociales.

Finalmente, para dar un cierre a esta introducción, reconozco la necesidad de recuperar a Michel Foucault que deja en claro –en toda su trayectoria– que no hay política que no sea una política de los cuerpos. Y, en este sentido, los cuerpos no podemos concebirlos externos al territorio o a la naturaleza.

comienzo-citas ¿El cuerpo como cartografía social? El cuerpo como unidad individual e indivisible del sujeto, territorio que se apropia como una forma de expresión. El cuerpo metaforiza lo social, y lo social metaforiza al cuerpo. En el recinto del cuerpo se despliegan simbólicamente desafíos sociales y culturales (Carballo, 2013).

A ello podríamos agregar, como un debate abierto, que en un mundo que reproduce esta expulsión social –y el eco suicidio ambiental de los modelos actuales de acumulación–, la pandemia no hace más que mostrar que el cuerpo se hace territorio, en el sentido social de su construcción y validación colectiva. En esta línea, la globalización es portadora de transformaciones en los modos de vida y acarrea cambios profundos en las culturas locales. Giddens (2000) ya nos plantea que es un error pensar que la globalización solo concierne a los grandes sistemas, como el orden financiero mundial. La globalización no tiene que ver solo con lo que hay “ahí afuera”, remoto y alejado del individuo. Es también un fenómeno de “aquí dentro”, que influye en los aspectos íntimos y personales de nuestras vidas. Y si pensamos en esto para nuestra actual ecúmene digital, no nos deberíamos sorprender por la pandemia..punto final_it8x12


pastilla_der Notas

[1] Docteur en Geographie Sociale (Francia). Directora de la Licenciatura en Geografía (modalidad virtual), Universidad Nacional de Quilmes.

bibliografia Referencias bibliográficas

Carballo, C. (2013). La corporalidad como nuevos territorios de espacialidad religiosa. Revista Espaço e Cultura, 32, 2013. EDUERJ, Rio de Janeiro, pp. 61-78.  http://www.e-publicacoes.uerj.br/index.php/espacoecultura/issue/current

Giddens, A. (2000) Un mundo desbocado. Los efectos de la globalización en nuestras vidas. Madrid: Taurus.

Harvey, D. (2020). Política anticapitalista en tiempos de COVID-19. Fuente: Jacobin, 20 de marzo de 2020. Traducción: Lucas Antón. Disponible en https://www.sinpermiso.info/textos/politica-anticapitalista-en-tiempos-de-covid-19

Markus, G. (2020). El virus, el sistema letal y algunas pistas… El País, 24-3-2020 Disponible en https://elpais.com/cultura/2020/03/21/babelia/1584809233_534841.html

Valenzuela, C. y Pyszczek, L. (2012). La riqueza del objeto de la Geografía como disciplina multiparadigmática.  Revista Geografia em questao, V.05, N. 02, 2012. Pp. 75-95.

¿Cómo citar este artículo?

Carballo, C. (2021). Interpelar el territorio desde la dimensión espacial. En Investigar en pandemia [dossier]. Sociales y Virtuales, 8(8). Recuperado de http://socialesyvirtuales.web.unq.edu.ar/dossier/interpelar-el-territorio-desde-la-dimension-espacial/


Ilustración de esta página: Blanco, S. (2021). Votamos [collage]. Programa de Cultura de la Secretaría de Extensión Universitaria de la Universitaria de la Universidad Nacional de Quilmes, convocatoria artística “Imaginerías de una lucha”. Bernal: UNQ.

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