Bombita Rodríguez

“Bombita Rodríguez” como expresión de identidad y cultura

por Denise Koziura, Gustavo Velázquez y Eugenia Dragani Denise Koziura Gustavo Velázquez Eugenia Dragani

Resumen

El personaje televisivo Bombita Rodríguez, del programa Peter Capusotto y sus videos, resulta paradigmático ya que reúne características culturales, sociales e históricas que le han valido una gran popularidad entre personas de diferentes edades. Impregnado de significación y simbolismo, pone en discusión un período histórico de amplia controversia del país, a partir de la comicidad.

La presente investigación se propone observar cómo a través de un sketch televisivo se ponen en evidencia factores formativos que, a su vez, se relacionan con un contexto sociocultural particular. Perseguimos aproximarnos a una descripción de los diversos tipos de recepciones que surgen de acuerdo con las mediaciones por las cuales es atravesado cada espectador. Daremos cuenta de las diferentes interpretaciones que surgen a partir de un mismo personaje como un disparador para indagar sobre la relación que se establece entre distintos aspectos de la identidad y la cultura.

La metodología de trabajo se basa en la observación participante y en entrevistas semiestructuradas. Se trata con los sujetos de manera individual y se toma nota de sus reacciones ante el video elegido, como un primer paso para problematizar qué eventos causan gracia, cuáles son los chistes que se entienden y por qué; y, en esa misma línea, problematizar qué preconceptos tienen internalizados los sujetos.

Palabras clave: procesos de identificación, mediaciones, cultura.

Bombita Rodríguez como expresión de identidad y cultura

A principios de 1970 el campo político de la Argentina encarnaba formas de expresiones cada vez más reaccionarias y vertiginosas.  Las proscripción del peronismo por 18 años, la posterior vuelta a elecciones libres de la mano de Héctor Cámpora, el tercer mandato de Juan Domingo Perón -con sus vicisitudes internas-, y el paso a la clandestinidad de las agrupaciones militantes, formaban parte de un mismo escenario político. La juventud ligada al peronismo, como también las provenientes de otras aspiraciones revolucionarias, protagonizaron uno de los momentos más relevantes y violentos de la historia argentina.

Bombita Rodríguez apareció por primera vez en 2008 en el ciclo televisivo Peter Capusotto y sus videos. El personaje es la recreación de un militante que vela por el retorno de Perón al país y se confronta con los sectores de la derecha partidaria. De manera humorística, trata un período de amplia discusión que ha dado lugar a diferentes interpretaciones y relatos. El sketch construye una manera de ver la historia y, por lo tanto, de vernos a nosotros mismos.

Paradójicamente, el programa encuentra su éxito entre los jóvenes. Un público que realiza su propia interpretación del personaje y la temática abordada. Esto se desprende de los diferentes recorridos intelectuales y mediaciones culturales que atraviesan a los sujetos. En este sentido, la lectura que realiza un adulto que presenció dichos sucesos es diferente de la de un joven, dado que se encuentra impregnado de otros presaberes y experiencias.

Esta investigación pretende describir las diferentes lecturas que pueden desprenderse de Bombita. Por esta razón, se realizaron entrevistas a 20 sujetos (repartidos, equitativamente, entre jóvenes de entre 15 y 25 años y adultos de entre 50 y 70 años) elaboradas a partir de la visualización del capítulo “Bombita Rodríguez y el marxismo nacional para toda la familia” correspondiente a la octava temporada. Este episodio fue seleccionado por la carga simbólica que contiene y las múltiples referencias a personajes históricos. A modo de contribuir en la búsqueda de diversas interpretaciones, se recabaron testimonios de hombres y mujeres que hayan transitado la juventud en los 70 y adolescentes en la actualidad. El objetivo de este material empírico es atisbar los límites culturales entre sujetos. Límites que, a su vez, fueron y son cuestiones formativas de su identidad. ¿Todos nos reímos de las mismas cosas?, ¿todos entendemos los guiños?, ¿algo de lo que vemos representado nos molesta?  A partir de estos interrogantes, nos proponemos describir qué cuestiones median los sujetos de franjas etarias distintas que condicionan la respuesta ante el video.

Un personaje para dos contextos

Desde la década de 1960 en el mundo, y más precisamente en América Latina, se fueron gestando diversos procesos emancipatorios provenientes del campo intelectual, el trabajo social y el ámbito político. La Revolución cubana propiciada por Fidel Castro y la figura de Ernesto Che Guevara mostraron la desigualdad y las injusticias dominantes en la región (Taiana, 2013), y sirvieron de inspiración para ciertos sectores de la sociedad, en su gran mayoría jóvenes que bregaban por el cambio social.

En la Argentina, la represión ejercida por el gobierno dictatorial de Juan Carlos Onganía dio paso a la conjugación de constantes protestas sociales que fueron adquiriendo formas cada vez más radicalizadas de acción. El exilio de Juan Domingo Perón  y la prohibición de uno de los movimientos de amplia adhesión popular, inauguró un período de resistencia por parte de las nuevas generaciones que se nuclearon en la lucha armada. La militancia, que se había expandido enormemente en las calles, encontró su momento de pasar a la clandestinidad. Para cuando Perón regresó al país en 1971, sus seguidores habían configurado diversas maneras de pensar el movimiento, dando lugar a los consecuentes conflictos internos. La izquierda y la derecha generaron una brecha social de disputa y confrontación, que más tarde estuvo signada por el miedo.

Bombita Rodríguez es un cantante y actor argentino de ese período, con una estética igual a la de Palito Ortega. Mediante sus letras y actuaciones, con humor e ironía, evidencia su bagaje peronista revolucionario de tendencias marxistas. Es así que la canción “popular” no es una mera canción pop, sino que está cargada de política, similar a una propaganda.  

El mundo de Bombita remite a personas y hechos verídicos, mezclándolo con simbolismos de la actualidad, como dibujos animados, generando así una superposición de eventos  (varios de los entrevistados dirán que “Capusotto mezcla todo”). Estos elementos generan diversos tipos de recepciones de acuerdo con las mediaciones por las cuales cada espectador es atravesado. La hibridación del relato genera diversos disparadores de risa o, incluso, el no reconocimiento de las alusiones.

Comunicación peronísitica

Con el análisis del personaje Bombita Rodríguez y las diversas interpretaciones que surgen sobre él, se evidencia la construcción de sentido que se produce en los sujetos. En efecto, se originan diferentes formas de expresión, de relato y de conexión entre la realidad de los sujetos y el atestiguamiento de la misma.  Así, la visualización del personaje es un hecho comunicativo que compone un relato atravesado por una multiplicidad de conceptos y hechos: la historia, la política, el peronismo, la izquierda, los montoneros, el entretenimiento y el espectáculo del pasado y del presente.

Como plantea María Cristina Mata (1985):

comienzo-citas «Tanto en la esfera de la emisión como en la de la recepción existe producción de sentido – y no mera transferencia de los primeros a los segundos- aún cuando ella sea desigual, no simétrica. Los emisores, en unas ciertas circunstancias, despliegan un conjunto de competencias que les permiten investir, dotar de sentido a ciertas materias significantes. Los receptores, a su turno, atribuirán un sentido a lo recibido y esa atribución, asentándose necesariamente en los posibles sentidos delineados en un discurso dado, se realiza también en virtud de unas determinadas condiciones de recepción, de unas ciertas competencias comunicativas que poseen esos sujetos. Ser receptor, en consecuencia, no es ser pasivo recipiente o mecánico decodificador.» (p. 5)

Este argumento refleja uno de los objetivos a los cuales pretende llegar esta investigación: la valorización de la interpretación de los sujetos como generadores de sentido y no meros televidentes. Esto  implica considerar la complejidad del hecho comunicativo, dentro de las particularidades que componen al personaje y, en principal, a los sujetos.  De esta manera, la relación que se da entre la identidad, la cultura y las mediaciones dotan de significaciones al proceso comunicativo.

Partiendo de las observaciones y entrevistas a los sujetos, se puede reconocer cómo estos elementos están presentes tanto en la construcción del pensamiento íntimo y personal como en el conocimiento del pensamiento colectivo.

Como sostiene Gilberto Giménez (2005) “la cultura no solo presupone de la comunicación, sino que es comunicación” (p. 121), en el sentido de que sus significados siempre están dirigidos y presuponen a un otro. Así, la comunicación se desarrolla dentro del ámbito cultural que es compartido en mayor o menor medida por los participantes en el proceso comunicativo. Por tal motivo, por ejemplo, todos los entrevistados, tanto jóvenes como adultos, reconocían al peronismo como fuerte corriente política, mientras que en muchos otros aspectos su nivel de reconocimiento sobre los sucesos retratados –sobre aquello que los interpelaba o no- variaba.

Marxismo nacional para toda la familia

Al analizar el personaje Bombita Rodríguez resulta fundamental considerar la ambigüedad entre el pasado y el presente, es decir, entre lo histórico y la actualidad. Esto implica la integración de elementos característicos de cada tiempo que se unen a través del humor. De esta manera, se da una amplitud de cuestiones que interpelan a los sujetos de una misma sociedad, a través de la cultura compartida y de su identidad individual.

Si bien dentro del programa de Bombita entran en acción diferentes personajes, canciones y eventos, como ya se ha mencionado, para esta investigación decidimos tomar el episodio titulado Marxismo nacional para toda la familia. Consideramos que este último da cuenta de la esencia del personaje y de su programa, ya que presenta diferentes factores y personajes que intervienen en la construcción de discurso y de sentido. En el episodio seleccionado participan una sucesión de “artistas exclusivos” como “María Elena Rodolfa Walsh”, el trío de “Gabi, Fofo y Santucho”, “Andres Calamao”, “Al Sides”, “Bob Esmonto y Patricio Estrella Federal”, y Juan Domingo Perón en “La magia del General Perón”.

El nombre del personaje Bombita Rodríguez puede resultar un disparador de interpretaciones: una referencia al clima revolucionario, a la política del momento, a un nombre con comicidad, entre otras. En todos sus episodios hay un collage de escenarios que denotan las ideologías, los programas televisivos y las figuras del espectáculo y de la política del momento. Todo ello se da en un entramado de “atemporalidad” que constituye un relato histórico. Esta misma particularidad coloca a los episodios en un lugar desafiante para quien lo mire, y es allí donde los presaberes individuales ocupan la centralidad del análisis. Por esta razón, no todos los sujetos advierten ni se ríen de las mismas cuestiones.

Un ejemplo de esto radica en cómo el nombre de Bombita resultó significativo para algunos de los sujetos que participaron de la observación y entrevista:

comienzo-citas Se llama Bombita porque tiraban bombas los montoneros, los del ERP1 (Hombre, 61 años)

comienzo-citas “Bombita, por las bombas que ponían los Montoneros2 (Mujer, 57 años)

Mientras que otros, ante la pregunta “¿Por qué crees que se llama Bombita?”, contestaban:

comienzo-citas “No, ni idea… ¿porque es una luz?”3 (Mujer, 18 años)

Otro ejemplo paradigmático, en el que el pasado y el presente dialogan, se halla en lo que ocurre con la visualización del Yogur ERP. Excepto dos de los sujetos, todos reaccionaron con simpatía ante su aparición. Al describir porqué les resultaba gracioso, todos los entrevistados  lo asociaron con el “Yogur Ser” -actual producto que se encuentra en el mercado y que cuenta con una publicidad de alcance masivo-. Por su parte, el reconocimiento de las siglas ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) se dio en los adultos y solo en dos de los jóvenes. Los que no estaban al tanto del significado de las siglas aportaban:

comienzo-citas ¨Me imagino que sería algo de la época, pero no me acuerdo qué…4 (Mujer, 23 años)

comienzo-citas Parece un juego de palabras, como que está dado vuelta5 (Mujer, 25 años)

Así, las constantes “contradicciones” entre el pasado y el presente incluyen a los sujetos de diversas edades, creando un “nosotros” entre el personaje y quien lo mira. A partir de estas consideraciones, se puede reconocer en Bombita “la inocencia sobre la época, que produce, luego del primer efecto de mimética risa ante la proliferación de absurdos mezclados con elemento de la realidad, un desconcierto” (Abdo Ferez, 2010, p. 65)

Es posible realizar un análisis similar a lo que ocurrió con el personaje Bob Esmonto. Si bien este hace una directa alusión al dibujito animado Bob Esponja, la caracterización del personaje está compuesta por una serie de elementos que lo presentan como un “montonero”: bigotes, arma en mano, pintadas con el lema “Perón vuelve”, etcétera. Patricio, amigo de Bob Esponja, es en este caso Patricio Estrella Federal. Esta sección del programa plantea de manera directa las diferentes interpretaciones que había –y hay- sobre el peronismo.  De esta manera, la inocencia, el humor, el sarcasmo y la ironía tiñen a los personajes dando cuenta de la complejidad del peronismo y, por tanto, de su análisis.

A través de la observación participante y de las entrevistas realizadas a los sujetos, es posible reconocer la risa y el humor como el resultado de la dialéctica constante entre opuestos: personas “encarnadas” en dibujos, armas e inocencia, pasado y realidad:

comienzo-citas “Bob Esmonto me causó gracia porque hasta los peces son montoneros –risas-. Y me parece que son personajes basados en la gente que rodeaba a Perón”(Mujer, 57 años)

comienzo-citas Me reí con Bob Esponja y Patricio. Obvio. Me gusta porque apunta a todas las edades. En el transcurso del video, van apuntando a diferentes actores sociales. Por ejemplo, cuando ponen las canciones de Andrés Calamao es para adolescentes, esto es para nenes, como María Elena Rodolfa, también es para chicos. O sea… inculcarles la idea desde chicos” 7 (Mujer, 23 años)

Pero también puede observarse cierta confusión ante la inserción de un personaje propio de la actualidad:

comienzo-citas “¿Bob esponja? Eso no es de la época… Mezcla cosas que no tienen nada que ver”8 (Hombre, 60 años)

O por desconocimiento:

comienzo-citas Esa parte no la entendí, porque no sé quién es Bob es monto. Monto es un montonero… Traté de descifrar. ¿Pero Bob es qué? No sé quién es Bob9 (Mujer, 58 años)

Presentados como los héroes infantiles del ERP en el sketch participan “Gabi, Fofó y Santucho”, que “no son peronistas pero igual son compañeros en la lucha por la revolución” y cantan junto a sus “compañeros”, los Montoneros. Si bien el nombre hace alusión a “Gabi, Fofó y Miliki” (un trío de payasos españoles famosos por su tradicional programa televisivo), en este segmento identificamos un tipo de conocimiento un tanto profundo de las relaciones que se daban dentro del peronismo entre los diferentes grupos partidarios.

Pudimos reconocer, a través de las observaciones, que mientras todos los adultos sabían quién era Santucho -Mario Roberto Santucho fue un líder guerrillero y revolucionario, fundador del PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores) y comandante del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo)-, solo dos jóvenes lo identificaron.

Al respecto, tres de los adultos  manifestaron:

comienzo-citas “…Con Gaby, Fofó y Miliqui, ahí yo ya estaba un poco más crecida, mi hermano menor se re divertía con ellos y yo también. Y Santucho… es uno de los hombres que yo fui después leyendo en los diarios. ¿Ves? Él acá muestra lo que era la diversión durante la época de los militares ya, lo que los chicos veíamos por la tele; y, por otro lado, cosas de la realidad por donde pasaban estas personas que vivían la violencia, capaz que la ejercían, pero que la padecían también y sobre todo… 10(Mujer, 53 años)

comienzo-citas Bueno, Gaby y Fofó eran los cómicos de esa época, pero Santucho era un militante montonero que guiaba a todos los pobres chicos que estaban en la universidad. Era palabra como…que vos estás militando inocentemente, o creyendo en un líder, como en este caso fue Santucho, murió un montón de gente… Era un extremista” 11 (Mujer, 58 años)

comienzo-citas “Santucho era sinónimo de montonero. Santucho era… estaba totalmente ilegal… “Santucho” era algo que no se nombraba, si lo nombrabas… ¡Santucho son bombas! –ríe- ¿viste? era una cosa así. Algo así como: “viste estuvo Santucho”, “uh, bomba”, algo así. Y con Gaby, Fofó y Miliqui que era algo de los chicos… como que era lo sano ¿viste? Eso es lo gracioso de esto.”12 (Mujer, 57 años)

Mientras que uno de los jóvenes planteó:

comienzo-citas “Santucho es el líder del ejército, uno de los referentes PRT-ERP y es con quien… por principios e ideologías, con quien más me identifico del PRT-ERP. Verlo ahí a Santucho, involucrado en esa situación, es muy gracioso”23 (Hombre, 25 años)

Por otro lado, uno de los segmentos que más risa causó en la mayoría  de los entrevistados fue “La magia del General Perón”. Nuevamente, en este segmento se realiza un uso “atemporal” entre un hecho histórico y un programa televisivo: el robo de las manos del cadáver de Juan Domingo Perón ocurrido en 1987  y la referencia al programa televisivo de cortos  “Las manos mágicas”, en el que solo se muestran unas manos realizando un truco de magia mientras una voz en off lo explica.  

De aquí que se utilice la melodía de la canción del programa, Las manos mágicas, para cantar “las manos mágicas de Perón un truco van a hacer para quedarse en el poder sorprendiendo a la JP”,  al tiempo que las manos de Perón pasan cartas mostrando  sucesivos personajes relevantes en relación con el poder del peronismo: John William Cook, Héctor Cámpora, Isabelita. Personajes que solo fueron identificados en su totalidad por dos de los entrevistados, aquellos que eran militantes14.

Otro truco que realiza Perón es la “desaparición” del socialismo nacional mediante un truco de vasos y pelotita. En esta parte es posible identificar una crítica, ya que Bombita exclama: “Me mostró socialismo nacional y no está por ningún lado, ni en un vaso, ni en el otro ¿dónde está General, dónde está?” a lo que Perón le contesta “En ningún lado, creo que nunca lo vas a ver”.

Por esta razón, a partir de la ironía y contrariedad de este segmento, se generaron distintas interpretaciones. Algunos de los sujetos lo relacionaron con el hecho histórico del robo de las manos del cadáver de Perón; y otros, con que Perón gesticulaba mucho al hablar. Al mismo tiempo, se dispararon diversos comentarios acerca del socialismo nacional como, por ejemplo, ¿qué es?,  ¿qué significa que haya desaparecido?, así como afirmaciones:

comienzo-citas “Toda la magia del general Perón es la parte que mas me hizo reír. Perón tenía esa facilidad de dejar contentos a todos. A la juventud, que representaba la izquierda del movimiento, le hablaba de un “socialismo nacional” que en realidad no existía, cuando dice “¿en que vaso está?” y remata “en ninguno, creo que nunca lo vas a ver” es una cabal expresión de esto”15 (Hombre, 50 años)

A partir de estas declaraciones, y en particular en esta parte del programa, identificamos un tono crítico acerca del peronismo y  su proyecto de “socialismo nacional”, en la medida que pareciera que el mismo Perón se burla de sí mismo.

Cuestiones de identidad y cultura

Las diversas reacciones ante las palabras de Bombita o las caras de los sujetos ante la aparición de Bob Esmonto, por ejemplo, evidencian cómo las personas entrevistadas, a pesar de tener atributos compartidos –como el ser argentino o vivir en el conurbano-, tienen a su vez otros rasgos culturales que los diferencian.

El principal factor de diferenciación radica en la cuestión etaria. Los dos primeros grupos de diferenciación cultural son los jóvenes de entre 15 y 25 años, y los adultos de entre 50 y 60 años. A su vez, los sujetos se distinguen por cuestiones de clase, interés, género, lugar de residencia, entre otras.

Del grupo de los jóvenes, tres asisten a instituciones privadas de enseñanza; los demás, a universidades públicas, incluso estudian carreras diversas. Por otro lado, del grupo de los adultos, los varones  poseen profesiones y oficios distintos, mientras que las mujeres son actualmente amas de casa. Solo uno de los adultos y uno de los jóvenes, militan políticamente.

Para interiorizarnos en la reflexión sobre qué es la identidad, resulta interesante recuperar los aportes teóricos de Gilberto Giménez (2005), quien plantea que:

comienzo-citas «La identidad de una persona contiene elementos de lo ‘socialmente compartido’, resultante de la pertenencia a grupos y otros colectivos, y de lo ‘individualmente único’. Los elementos colectivos destacan las semejanzas, mientras que los individuales enfatizan las diferencias, pero ambos se conjuntan para constituir la identidad única, aunque multidimensional, del sujeto individual.» (p. 10).

En este sentido, resulta posible afirmar que la identidad tiene dos planos: uno correspondiente a los actores individuales y otro, a los grupos. Ambos están interrelacionados.

La historia es un factor determinante de lo socialmente compartido. El conjunto de sucesos sobre los cuales se cimienta la Argentina y nos une en un sentido de arraigo. No obstante, en el material empírico recabado la mayoría de los jóvenes mostraron poco conocimiento sobre la historia reciente y, al mismo tiempo (posiblemente en consecuencia), demostraron desinterés en Bombita. Esto podría explicarse por el hecho de que en el relato oficial en el que se formaron como sujetos falta una parte. Por tanto, se produce un cierto desajuste identitario.  Para ellos, existe una hoja de ruta del “de dónde venimos y hacia dónde vamos” que se está incompleta. Es por ello que encuentran pocos puntos en común con los adultos:

comienzo-citas «El yogur ERP por el “Ejército Revolucionario del Pueblo”, ¡y que sea el yogur que era lo más sano! –ríe- ¡El ERP bajo en calorías! –ríe-. Es muy inteligente Capusotto”16 (Mujer, 57 años)

comienzo-citas “ERP no sé la verdad muy bien qué significa pero me dio risa, porque supongo que debe ser una asociación o algo así del momento”17 * (Mujer, 23 años)

* (Esto hace las veces de muestra representativa, entre los adultos todos plantearon a qué se refería la sigla ERP, mientras que entre los jóvenes solo uno –el chico militante- estaba al tanto de ella).

Estas posturas contrapuestas demuestran la identidad individual de cada sujeto. Más allá de que algunas apreciaciones fueron similares, se evidencia en ellas la impronta personal. La perspectiva proveniente de la biografía personal inajenable.

comienzo-citas “Fijate que todos usan bigotes y pelo largo porque en la época era una síntoma del sindicalismo. El pelo largo, campera de cuero, era el típico de montoneros, de ERP, de socialistas… Era la vestimenta que marcaba la época. Y los que no eran así, se vestían con traje, que sabemos que era la derecha. Todos lo que eran así militares…incluso no militares, que se sabía que no estaban metidos en esto… yo salía con un chico que trabajaba en ingeniería, y jamás lo iba a ver con campera, lo veías con camisa, saquito, porque era muy marcado, el socialismo con las camperas”18 (Mujer, 57 años)

El personaje de Bombita Rodríguez pone en discusión un período histórico de amplia controversia del país, a partir de la comicidad. Habla de un momento que, de algún modo, se ha buscado pasar por alto para evitar rispideces ideológicas o choque de posturas. Asimismo, produce diferente formas de lectura, ya que trastoca sensibilidades y deja en evidencia opiniones en relación con una época:  

comienzo-citas Me da un poco de culpa reírme tanto. Porque un montón de chicos murieron… (…) Pero estas personas que te digo que amaban a Perón (refiriéndose a su familia) no tenían nada que ver con esta nueva gente que amaba a Perón (refiriéndose al video). Se mezcló gente con ideas más revolucionarias. Y después supe lo de los desaparecidos. Vi también lo de las bombas, familiares míos que tenían que ir a trabajar y explotaban bombas, y nosotros teníamos miedo de que los agarren las bombas. Se ponían bombas en los edificios, estábamos aterrorizados. Y después vino la otra parte, vinieron los militares y en mi barrio desaparecieron muchachos…”Entonces, ahora cuando lo veo a él, veo todo resumido. (…) y yo pienso en ellos que murieron que eran criaturas, pienso en sus madres, y me quiero matar –se lamenta. Lo que hicieron fue un desastre, todo fue un desastre. Malos los que los guiaron a eso… ¿Cómo no me va a dar culpa reírme?”19 (Mujer, 53 años)

Por otro lado, existen otros tipos de miradas como, por ejemplo, las de los jóvenes, aquellos que solo conocen aquel momento por relatos de otros:

comienzo-citas Mucha idea no tengo de… La verdad no sé mucho sobre política, entonces, al no saber mucho de política no sabía demasiado a lo que hacía referencia. Lo único que me pareció era que decía que todos seguían al peronismo pero todos eran diferentes cosas. Como que todos son peronistas pero es cualquier cosa porque está todo deformado20 (Hombre, 20 años)

Las visiones de cierta manera se desprenden de la historia compartida, que hace a la construcción de la “argentinidad”.  La cultura se encuentra  en todos los aspectos de la vida social de los sujetos y permite dar cuenta de los elementos y significaciones de una sociedad.  En este sentido Bombita resulta paradigmático, ya que interpela al televidente y pone en juego procesos de identificación.

Néstor García Canclini (1997) postula que la cultura abarca “el conjunto de procesos sociales de producción, circulación y  consumo  de la significación en la vida social” (p. 35). A partir de esta definición resulta posible sostener que la cultura no se refiere a los objetos en sí, sino a cómo los sujetos interpretan y enfrentan a los significados. De esta manera, los signos son fundamentales para comprender el valor de uso y de cambio que se producen de esos significados culturales en las sociedades, en los diversos grupos y contextos. Así, la cultura posee una doble dimensión, individual y grupal; ya que los mismos sujetos que la comparten, realizan sus propias resignificaciones y apropiaciones. Es por esto que se desprenden diversas interpretaciones de los sujetos –algunas enfrentadas-, a partir del sketch:

comienzo-citas Bombita Rodríguez era uno de los montos que quería traer a Perón. Y, al final, se mezcló todo con los socialistas, los de derecha, y Perón jugó a dos puntas y después lo terminó echando a…Bombita Rodríguez. A los montoneros, o sea21 (Mujer, 58 años)

comienzo-citas Un cantante… Un cantante popular. Con una leve inclinación hacia el peronismo (comenta con ironía)”22 (Mujer, 23 años)

Similar situación sucede con lo comentado por los sujetos sobre Santucho –citas plasmadas anteriormente-. Para todos los adultos que conocían a Santucho, este era identificado como un “revolucionario violento que ponía bombas”, mientras que para el joven militante era un “referente por sus ideales”.  

Las lecturas varían de acuerdo con el bagaje cultural, el recorrido experiencial y la formación de cada sujeto. De esta manera, la visión de Bombita varía entre las personas que presenciaron la época  y los jóvenes que apenas tienen referencia de aquel entonces. El programa juega con un pasado que se vuelve presente y con toda una gama de significaciones, que construyen un relato del contexto social y político referenciado. Dichos significados culturales deben entenderse en sus planos individuales y grupales, dado que los sujetos que la comparten, al mismo tiempo, realizan sus propias resignificaciones y apropiaciones. De esta manera, los jóvenes son, simultáneamente, herederos y creadores de los elementos culturales (Carbone, Muraca, 2010).

Los jóvenes de ayer, hoy adultos, formaron su identidad en un contexto cargado de rectitud militar y de aires revolucionarios. Nueve de los diez adultos entrevistados, se definieron por antinomia a dos extremos que percibieron “cargados de violencia”. Y como una alternativa para “vivir tranquilos”, se alejaron de la idea de “política”; lo que los formó como individuos que, al día de hoy, son reticentes a la participación ciudadana.

En relación con los jóvenes, encontramos dos grupos. Por un lado, una minoría que es militante político y social:

comienzo-citas “Santucho es el líder del ejército, uno de los referentes PRT-ERP y es con quien… por principios e ideologías, con quien más me identifico del PRT-ERP. Verlo ahí a Santucho, involucrado en esa situación, es muy gracioso”23 (Hombre, 25 años)

Y, por otro lado, una mayoría que mostró poco interés por la política:

comienzo-citas “Y porque mucha idea no tengo de política… La verdad, no sé mucho sobre política, entonces, al no saber mucho de política no sabía demasiado a lo que hacía referencia24  (Hombre, 20 años)

comienzo-citas Yo no sé de políticaSi querés te contacto con un amigo, que es todo política el chabón. Si querés llamarlo… Pero el chabón es increíble habla de todo con respecto a política25 (Mujer, 18 años)

La familia, el colegio, entre otros grupos de pertenencia, pero también la infancia durante los noventa y el 2000, formaron la identidad de estos sujetos. “La cultura interviene como nutriente de identidad” (Giménez, 2005, p. 11), definiéndolos de una manera en particular y no de otra. Nos explayaremos sobre este punto en el siguiente apartado.

Sujetos mediados

Existen una serie de mediaciones que atraviesan a los entrevistados y configuran su lectura del programa, es decir, el conjunto de significaciones que hacen al “mundo” de la persona:

comienzo-citas «Las mediaciones provienen de diversas fuentes. Algunas del propio sujeto televidente en cuanto individuo con una historia y una serie de condicionamientos genéticos y socioculturales específicos. Las mediaciones provienen también del mismo discurso televisivo, al ser capaz de naturalizar su significación y anclarse en el sentido común. Otras mediaciones provienen de la situación en la que se da el encuentro y la negociación entre la audiencia y la TV. Otras más se derivan de factores contextuales, institucionales, y estructurales del entorno en donde interactúan las audiencias.» (Orozco Gómez, 1991, p. 117).

Las mediaciones son los procesos estructurales que configuran ciertas prácticas sociales. Tanto los medios como el contexto cultural al cual uno pertenece influyen en los modos  en que percibimos  “lo simbólico” de “lo real”, y  nos vinculamos a ello. Al provenir de diversas fuentes orgánicas del pensamiento, construyen sentido. Por lo tanto, estamos hablando de matrices ideológicas que operan de manera cognoscitiva en las personas, interpelando la visión de la realidad de cada uno. A partir del aporte realizado por Jesús Martín Barbero (1998), el pasaje de los massmedia -antiguamente considerado el único prefigurador de conductas en los receptores– a las mediaciones culturales, abrió el panorama a más factores intervinientes en los procesos de significación. De esta manera, el sexo, la edad, la clase social, la historia, la etnia, la religión, entre otros, son tomados como condicionantes definitorios/alteratorios en la sociabilidad. Asimismo, el receptor puede resignificar lo aprehendido en las mediaciones, generando nuevas interpretaciones durante el acto comunicativo.

En el sketch de Bombita Rodríguez se pueden distinguir varias mediaciones. Por un lado, está la mediación correspondiente a los mass media, los cuales disponen a los receptores de una cierta manera. En este caso, la televisión crea una referencia para los receptores:

comienzo-citas «El conjunto de recursos técnicos y características del medio televisivo hacen que la TV pueda naturalizar fácilmente su discurso y que esta naturalización se lleve a cabo «ante los propios ojos del televidente”. Es esta particularidad lo que constituye la mayor mediación videotecnológica de la TV.» (Orozco Gómez, 2002, p. 112)

Un ejemplo de este proceso puede observarse en un comentario realizado por uno de los sujetos sobre el personaje de María Elena Rodolfa Walsh:  

comienzo-citas«Creo que María Elena Walsh era de una elite no peronista, sino de la burguesía, tal vez. Como dicen que habla para todos, porque no era peronista de pueblo, era de la burguesía, y después habrá influido dentro de la política, por conveniencia o por alguna aspiración», se convenció.26 *

(*Así, la entrevistada de 58 años concluyó que la cantante infantil formaba parte del peronismo, sobre la base de la aparición de este personaje en un sketch de Bombita Rodríguez, entendiendo que si aparecían en ese video, debía tratarse de sujetos que tuvieran alguna relación con esa corriente política.)

Por otro lado, en el plano cultural, está la mediación histórica, la cual implica una contextualización “setentista” que pone en juego una serie de conocimientos que hacen a la formación de la “argentinidad” como identidad y, por ende, de un modo de pensar.

El medio televisivo, como se ha mencionado, lleva a una configuración del receptor: lo puede estandarizar, segmentar, educar; es decir, el resultado adquirido puede ser diverso. El consumo, por su parte, influye en la relación del televidente con aquello que ve. En Peter Capusotto y sus videos esto se traduce en el “acuerdo tácito” que se elabora con el destinatario, lo que el programa “vende” y el receptor “compra” (Orozco Gómez, 2002). Tanto los seguidores de la serie como los usuarios esporádicos son conscientes de que el humor es el factor preponderante. De esta manera, la ironía, la sátira y el sarcasmo son los recursos que más se explotan. Todo ello resulta fundamental para entender el fenómeno surgido en torno al personaje Bombita, dado que el espectador sabe que es una invención humorística y que, por tanto, buscará indefectiblemente la risa. Más allá de que su trama se cierne sobre datos y personajes históricos, el objetivo siempre será el chiste. Esta doble vertiente,  la gracia y el marco de época, abren el espacio a diferentes interpretaciones, que varían de acuerdo con el bagaje formativo que posee cada sujeto así como su sensibilidad y sus ideas. En ocasiones,  el chiste y la risa se vuelven disparadores para reflexionar sobre una época vivida:

comienzo-citas “Entonces, ahora cuando lo veo a él, veo todo resumido, porque él canta como Palito Ortega, que era quien nos decían que nos ponían para estupidizarnos, entonces él hace como un collage. Un resumen de todo al mismo tiempo: Palito Ortega, Perón, a los del ERP, a los chicos… que la mayoría eran convencidos de que lo hacían de buena onda… y yo pienso en ellos que murieron que eran criaturas, y pienso en sus madres, y me quiero matar”27 (Mujer, 53 años)

De esta manera, uno de los factores que condiciona la interpretación es la historia, ya que el sketch de Bombita Rodríguez se basa en la conjunción de elementos políticos, sociales y culturales de fines de los 60 y principios de los 70, que forman parte de un momento trascendental en la construcción de la Argentina. Por esta razón, conocer estos elementos o desconocerlos es un condicionante de relevancia para la lectura del programa que hará el televidente. La visión de quien haya presenciado dichos sucesos o esté al tanto de ellos, será más rica que la de aquel desprovisto de estos presaberes. Por tanto, el marco histórico en el cual se inserta el video dispara rasgos identitarios que atraviesan a los sujetos.

Las dos franjas etarias marcaron una diferencia en las interpretaciones que los sujetos hicieron sobre el video. Los adultos identificaron sucesos y sujetos que los jóvenes no fueron capaces de reconocer y viceversa (uno de los adultos no conocía a Bob Esponja y por ende no entendía el guiño de Bob Esmonto).  

Una posible explicación es la vivencia del momento –el estar presente- que lleva a los adultos a tener un conocimiento sobre los sucesos del que los jóvenes carecen. No obstante, dicha argumentación cae en reduccionismos y no alcanza para ahondar en la problemática. Se debe destacar, también, que los adolescentes entrevistados son “hijos del neoliberalismo”: la crisis de representación y la consecuente despolitización durante la década de los noventa influyeron en la deconstrucción de los tejidos sociales, derivando en un descreimiento de la política (Bugnone, 2006). Este último término venía vapuleado desde los 70, al ser relacionado con la extrema violencia. Política fue sinónimo de miedo y problemas, para luego volverse corrupción. La idea del Estado mínimo, entonces, no fue rechazada por muchos. Gran parte de las familias moldearon miradas cada vez más reticentes con respecto al tema y los chicos que crecieron en este contexto, de alguna manera, heredaron desinterés. La historia a medias viene de la mano de este proceso.  

Cabe destacar  que esta situación se revirtió en los casos en que, por el contrario, los sujetos eran interpelados activamente por la política. El sujeto joven y militante, por ejemplo, fue el único, de entre todos los entrevistados, capaz de reconocer quiénes eran los personajes en las fotografías que aparecen en el mazo de “Las manos mágicas de Perón” a primera vista:

comienzo-citas “(Los que aparecían en el mazo de cartas) eran John William Cook uno de los principales teóricos del peronismo, estaba Cámpora y estaba Isabelita”28 (Hombre, 25 años)

La militancia configura una óptica particular de la historia, brindando mayores herramientas –al menos en este caso- para interpretar el pasado y el presente.

Mediante lo planteado,  se demuestra que “los condicionamientos y las mediaciones de que son objeto las audiencias influyen definitivamente su negociación y posterior producción conjunta de significados” (Orozco Gómez, 1991, p. 114).

Nos preguntamos, a su vez, si los lugares de formación educativa son otra de las instituciones mediadoras de los sujetos. A partir de la observación de los entrevistados pudimos notar que quienes se formaron en carreras humanísticas de nivel terciario reían al observar el video, mientras que aquellos que eligieron carreras de otra índole –como, por ejemplo, “Gestión y producción de medios y entretenimiento” o “Marketing”- se sonrieron con la visualización en escasas ocasiones y, luego, manifestaron no haber entendido a qué se hacía referencia durante gran parte del video.  

La mayoría de los jóvenes sabían poco del clima de época de los 70. En este marco, los que mostraron más desconocimiento fueron aquellos que estaban recién egresados y otros que aún estaban en el recorrido escolar; por lo tanto, sostenemos la hipótesis de que el proceso de despolitización, al cual hemos hecho referencia anteriormente, se enraizó también en la escuela primaria y secundaria. La etapa histórica a la que el personaje de Bombita hace referencia es un período sobre el cual no existe un consenso generalizado en la sociedad y, por tal motivo, es esquivado para su problematización –al menos así fue mientras que los sujetos jóvenes entrevistados realizaron la primaria-. La época en la que vivió Bombita fue de tanta convulsión social y violencia generalizada que dio lugar a múltiples miradas, todas de alguna manera incompletas, que configuraron su tratamiento como un “tema tabú”.

Hablar de la actividad político–partidaria de aquellos tiempos supone una toma de postura que no todos están dispuestos a realizar y a la cual el ámbito educativo no escapa. Esto se tradujo en un escaso conocimiento sobre una época que tímidamente –y con muchos conflictos- en la actualidad intenta revertirse en espacios de educación formal y, con más ímpetu pero también con ciertos problemas propios de la parcialidad, en espacios de educación alternativa.

Consideraciones finales

Desde su aparición, Bombita  rompió esquemas mediáticos. Marcó una novedad dentro de la programación televisiva al conjugar entretenimiento con información. Diego Capusotto y su guionista Pedro Saborido han sabido jugar con aquello de lo que poco se habla, poniendo en escena aspectos delicados de la historia argentina. Se habla de bombas, persecución política, lucha armada con un tinte humorístico y, a la vez, una naturalidad que forma sentido. Algunos lo tomarán como una apología de sucesos violentos, pero otros como una reivindicación de la militancia y un proyecto que aporte al debate: “Un buen disparador, una excusa, para debatir una historia de una manera más completa”29.

El humor problematiza, trae a la luz el acontecer político de los setenta que halla sus resignificaciones en el presente. En Peter Capusotto y sus videos

comienzo-citas «(…) no hay solo una reflexión más interesante sobre los tiempos que corren, sobre la televisión que se mira y los lenguajes que se hablan (…) en esta sociedad fragmentada, escindida, desquiciada, sino que hay también una percepción muy sutil acerca del modo en que nuestro presente hereda también las facetas más dolorosas de nuestro pasado. Hay una reflexión sobre los setenta y sobre la presencia de los setenta en nuestras vidas.» (Rinesi, 2010, p. 2)

Del grupo de entrevistados con el cual se trabajó, todos se vieron emocionalmente afectados por el programa. Aun en los casos en los cuales se demostró poco manejo de datos contextuales, el efecto visual y emocional fue notorio. En relación con esto, el conocimiento histórico y político resultó fundamental en el desmenuzamiento de “Marxismo nacional para toda la familia”. Fueron más relevantes los aportes de los adultos y militantes, ya que se mostraron mejor posicionados a partir de su conocimiento. Las reacciones estuvieron ampliamente determinadas por este factor. La risa y la culpa fueron emociones frecuentes entre los que reconocían de qué hablaba el personaje. En cambio, en el grupo con mayor desconocimiento histórico y social, abundó el aburrimiento y hasta la frustración. ¿Por qué, entonces, el programa es tan exitoso entre los jóvenes? Es posible que este personaje no sea el que más los interpele o, quizás, los significados que le impriman difieran a los de los adultos; pero, de todos modos, se dispara la risa al entender aquellas referencias más contemporáneas (como sucede con Bob Esponja). Algo que es propio del collage que realizan Saborido y Capusotto en este sketch, y que, en general, caracteriza sus producciones.

Entre los adultos a los cuales se les pidió opinión se sucedió una constante que es preciso mencionar y que nos proporcionó otra lectura de sus propias interpretaciones. Muchos se autoreferenciaban como  “fuera del contexto”, es decir, como actores secundarios de la época. Los entrevistados al hablar de sus propia juventud mencionaban siempre a otros sujetos como protagonistas, corriendo el foco de sí mismos y colocándose en el lugar de actores secundarios de una época que manifestaron cargada de una violencia que no habían sido capaces de percibir en su tiempo. Si bien la etapa puesta en discusión es caracterizada por la gran participación de las personas en política,  una parte importante de la sociedad se mantuvo al margen de los sucesos de ese entonces. La mayor parte30 de los testimonios recabados dan cuenta de este sector de la sociedad que se hallaba a medias entre la represión de la dictadura y la resistencia de la militancia.

La suerte de revisionismo histórico que propone el personaje de Bombita Rodríguez lo convierte en expresión de identidad. Las diversas interpretaciones que de esto se desprendieron son manifestaciones de las apropiaciones culturales propias de cada sujeto. Así, las lecturas variaron de acuerdo con las dos dimensiones temporales en los cuales se constituye el sketch.

Sin embargo, más allá de las diferentes interpretaciones que surgieron en los sujetos, ya sea por la edad, sus intereses o sus propios recorridos, a partir de la unión intrínseca que se da entre la cultura y la identidad, todos pudieron reconocer al menos algunos de los elementos que aparecen en el video. De esta manera, aunque en un sentido literario, concordamos con Marcelino Bisbal (2001), quien hace referencia a la conocida «sociología de lo vivido» o de lo «cotidiano» y retoma el siguiente aporte del escritor Aldoux Huxley:

comienzo-citas «…comparaba la cultura a un álbum de familia donde solo los miembros de la familia reconocen de una ojeada los retratos del tío Víctor o del primo Honorato, evocan implícitamente sus manías, sus anécdotas, incluso algunas de sus palabras más características. Los extraños son excluidos de este diálogo silencioso: no tienen la cultura del grupo.»

Continuando con esta metáfora, algunos sujetos tiene un conocimiento más exhaustivo de los sucesos retratados que otros, en la medida en que son ellos quienes forman y componen ese “álbum”, o bien conocen acerca de él debido a un motivo en particular relacionado con sus intereses. Identidad y cultura se afirman, así, como elementos indisociables que conforman a los actores sociales de todo tiempo y lugarpunto final_it8x12


pastilla_der Notas

[1]  Hombre, 61 años. Escuela pública, nivel terciario. Embarcado. No militó ni milita.

[2] Mujer, 57 años. Escuela pública. Secundario. Ex personal administrativo en compañía de seguros. Ama de casa. Oriunda de Dock Sud, residente de Quilmes desde los 30. Clase media. No militó ni milita.

[3]  Mujer, 18 años. Cursando el último año de la escuela secundaria. Escuela privada. Residente de Quilmes. No militó ni milita.

[4] Mujer 23 años. Estudiante de Gestión de Medios y Entretenimiento, UADE. No militó ni milita.

[5]  Mujer 25 años. Estudiante de psicología, UBA. No militó ni milita.

[6] Mujer, 57 años. Escuela pública. Secundario. Ex personal administrativo en compañía de seguros. Ama de casa. Oriunda de Dock Sud, residente de Quilmes desde los 30. Clase media. No militó ni milita.

[7] Mujer, 23 años. Estudiante de Contador Público en la UBA (Facultad de Ciencias Económicas) CABA. Residente de Quilmes. No militó ni milita.

[8]  Hombre, 60 años. Gasista, obrero, clase media. Cursó en escuela pública técnica. Manifestó en varias oportunidades que “no le gusta Capusotto”. No militó ni milita.

[9]  Mujer, 58 años. Nivel secundario, escuela pública.  Ex empleada administrativa. Ama de casa. Oriunda de Dock Sud, residente de Quilmes desde 1989.

[10]  Mujer, 53 años. Escuela pública. Estudios de nivel terciario. No milita ni militó. Residente de Dock Sud hasta 1988 y luego de Quilmes, donde vive actualmente con su marido y sus dos hijas, de 20 y 23.

[11]  Mujer, 58 años. Nivel secundario, escuela pública.  Exempleada administrativa. Ama de casa. Oriunda de Dock Sud, residente de Quilmes desde 1989.

[12] Mujer, 57 años. Escuela pública. Secundario. Ex personal administrativo en compañía de seguros. Ama de casa. Oriunda de Dock Sud, residente de Quilmes desde los 30. Clase media. No militó ni milita.

[13] Hombre, 25 años. Estudiante de la Licenciatura en Comunicación Social, UNQ. Es militante. Residente de Quilmes.

[14]  De entre los sujetos entrevistados hay un joven militante y un adulto que fue militante en su juventud.

[15] Hombre, 50 años. Militante. Nivel terciario de educación. Escuela pública. Residente de Wilde.

[16] Mujer, 57 años. Escuela pública. Secundario. Ex personal administrativo en compañía de seguros. Ama de casa. Oriunda de Dock Sud, residente de Quilmes desde los 30. Clase media. No militó ni milita.

[17] Mujer, 23 años. Estudiante de Gestión de medios y entretenimiento, UADE. No militó ni milita. Residente de Quilmes.

[18] Mujer, 57 años. Escuela pública. Secundario. Ex personal administrativo en compañía de seguros. Ama de casa. Oriunda de Dock Sud, residente de Quilmes desde los 30. Clase media. No militó ni milita.

[19]  Mujer, 53 años. Escuela pública. Estudios de nivel terciario. No milita ni militó. Residente de Dock Sud hasta 1988 y luego de Quilmes donde vive actualmente con su marido y sus dos hijas, de 20 y 23.

[20] Hombre, 20 años. Estudiante de Marketing en universidad privada en CABA. Primaria y secundaria en colegio privado. No militó ni milita. Residente en Quilmes.

[21]  Mujer, 58 años. Nivel secundario, escuela pública.  Ex empleada administrativa. Ama de casa. Oriunda de Dock Sud, residente de Quilmes desde 1989.

[22] Mujer, 23 años. Estudiante de Contador Público en la UBA (Facultad de Ciencias Económicas) CABA. Residente de Quilmes. No militó ni milita.

[23] Hombre, 25 años. Estudiante de la Licenciatura en Comunicación Social, UNQ. Militante. Residente de Quilmes.

[24] Hombre, 20 años. Estudiante de Marketing en universidad privada en CABA. Primaria y secundaria en colegio privado. No militó ni milita. Residente en Quilmes.

[25]  Mujer, 18 años. Cursando el último año de la escuela secundaria. Escuela privada. Residente de Quilmes. No militó ni milita.

[26]  Mujer, 58 años. Nivel secundario, escuela pública.  Ex empleada administrativa. Ama de casa. Oriunda de Dock Sud, residente de Quilmes desde 1989.

[27]  Mujer, 53 años. Escuela pública. Estudios de nivel terciario. No milita ni militó. Residente de Dock Sud hasta 1988 y luego de Quilmes, donde vive actualmente con su marido y sus dos hijas, de 20 y 23.

[28] Hombre, 25 años. Estudiante de la Licenciatura en Comunicación Social, UNQ. Militante de izquierda. Residente de Quilmes.

[29]  Mujer, 53 años. Escuela pública. Estudios de nivel terciario. No milita ni militó. Residente de Dock Sud hasta 1988 y luego de Quilmes, donde vive actualmente con su marido y sus dos hijas, de 20 y 23.

[30]  Solo uno de diez sujetos adultos había sido militante político.

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¿Cómo citar este artículo?

Dragani E., Koziura, D. y Velázquez G. (2016). Bombita Rodríguez como expresión de identidad y cultura. Sociales y Virtuales, 3(3). Recuperado de http://socialesyvirtuales.web.unq.edu.ar/articulos/bombita-rodriguez-como-expresion-de-identidad-y-cultura/

 


 Ilustración de esta página: fotograma del video disponible en https://www.youtube.com/watch?v=p0MdXWHpmE0

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