“Gente y cuentos…”: el desafío de integrar lectores

Por Guillermo Herrera Guillermo Herrera

Resumen

El presente ensayo tiene como propósito reflexionar en torno a la cuestión del acceso a la cultura en general y a la literatura en particular en el ámbito de la educación. Para ello, el autor retoma el libro Gente y cuentos ¿A quién pertenece la literatura?, escrito por Sarah Hirschman, y lo analiza en tanto opción metodológica válida para pensar la enseñanza de la literatura hoy.

Palabras clave: literatura, Sarah Hirschman, docentes, educación.

Si hay un libro que condensa de manera extraordinaria las cuestiones fundamentales (íntimas, peculiares) sobre la relación entre la literatura y un público en proceso de iniciación, y de cómo se invierte la fórmula por la cual este público sale en su búsqueda, ese libro es Gente y cuentos ¿A quién pertenece la literatura?, escrito por Sarah Hirschman (2011). En los tiempos que corren, esta obra representa un modo de actualizar la cuestión del acceso a la cultura en general y, particularmente, a la literatura; algo ineludible, especialmente en el ámbito de la educación.

Si bien es evidente que la escuela es el espacio formal destinado a vincular a las personas con la cultura, no lo es menos que esta tarea se vea obstaculizada cuando los planteos que parecen obvios se desdibujan frente a las problemáticas sociales que emergen cotidianamente en las aulas, ante las cuales los docentes enfocamos el problema de manera equívoca, proponiendo soluciones circunstanciales.

En este sentido, la dificultad de acercar la literatura a lectores en formación se ve superada entonces, cuando los problemas son planteados de manera adecuada. Se pregunta Sarah Hirschman: “¿Podría animarse a voces a menudo silenciosas a expresarse en voz alta e incrementar su autoestima?”, y luego, “¿Habría manera de hacer uso de la experiencia adquirida en la vida cotidiana? ¿Podría incorporarse nuevo conocimiento en lo que ya era familiar? ¿Existiría un espacio donde el conocimiento común pudiera interactuar con productos más sofisticados de la cultura?”. Cuestiones pensadas en relación con grupos sociales complejos y cuyo conocimiento y trato con el mundo de la literatura era escaso o nulo, bien pueden trasladarse a nuestras escuelas de hoy, donde dicha complejidad nos exige re-situar la literatura frente a estos escenarios —limitado acceso a los bienes culturales y profundización de problemáticas sociales—, así como una reconfiguración de la labor docente.

En este punto se anudan dos cuestiones: la persistencia en el imaginario social de que la relación entre cultura y clase social es directamente proporcional y el avance de la cultura audiovisual. Y es aquí, precisamente, donde se propone la actualización de este trabajo. Prueba de un camino recorrido sobre la base de experiencias concretas, la autora expone y narra con claridad y precisión su gran propuesta, concebida a partir de su deseo de compartir la experiencia literaria y de la convicción de que la participación en ella es posible por quienes nunca o casi nunca pudieron ingresar al mundo de la literatura. “La confianza en el poder de la literatura para abrirse a nuevas lecturas y la fe y la capacidad de las personas para inspirarse en su experiencia de vida y entrar en el mundo de la ficción han estado siempre en la base de este proyecto”, declara Hirschman.

Esta convicción encuentra sus fundamentos en los trabajos y líneas teóricas trazadas por autores como P. Freire, con la educación como práctica para la liberación, o en la inspiración de su esposo Albert Hirschman, en relación con el desarrollo de las economías de los países latinoamericanos. También es posible encontrarlos en autores como P. Ricoeur, R. Barthes, M. Fisher, V. Shklovski, B. Eichenbaum, I. Lotman, en concordancia con la especificidad de lo literario; en L. M. Rosenblatt, W. Iser, H. R. Jauss, H. G. Gadamer, quienes enfocan los aspectos vinculados con la recepción de las obras y el papel del lector; así como también en la obra de G. García Márquez y otros autores latinoamericanos vinculados con la creación y el pensamiento mítico, por citar los más destacados.

Respecto de la organización del trabajo, la exposición gira alrededor de tres “actores” o componentes: los cuentos; los participantes y los coordinadores, para cada uno de los cuales la autora se ocupa de describir sus cualidades y funciones en las sesiones o encuentros, de acuerdo con el grupo.

Lo señalado anteriormente nos demuestra que el libro de Sarah Hirschman abre una perspectiva interesante para muchos docentes frente al complejo panorama social en la escuela y en vinculación con la experimentación y el conocimiento literarios, aunque no es un manual en sentido estricto. Las propuestas concretas con los cuentos han de buscarse en el trabajo con las cuatro categorías de análisis de los relatos (escenario poético, contrastes y confrontaciones, sombras, temas). También, en la tarea de los coordinadores, que son quienes analizan los textos y formulan las preguntas y los comentarios que consideran pertinentes en el momento preciso para favorecer el acercamiento entre los lectores y los cuentos, en función de la experiencia individual. Este trabajo de articulación y mediación entre texto y lector, concretado por medio del trabajo sistemático con las categorías propuestas, supone la paulatina toma de posición respecto del modo específico de leer literatura; es decir, prepara al lector no habituado a los textos literarios a ubicarse en un lugar diferente al momento de leer, a tomar conciencia de esto y a querer expresar su punto de vista, para llegar al objetivo de lograr sucesivas lecturas más profundas, más críticas de los textos y a comprender la riqueza de un texto literario.

Las actividades pautadas que se suelen realizar cotidianamente en las aulas, mediante preguntas, generalmente literales, o que solo enfocan ciertos aspectos (estructural, temático) del texto, tienden a petrificar los modos de leer y a reducir o parcializar la visión que se tiene del texto literario, en desmedro de su especificidad y de su potencial creativo.

Entonces, partiendo de esta propuesta, es posible enunciar un principio (flexible) de trabajo que implique, en primer lugar, la selección de un corpus de cuentos (según el grupo) que incluya algunos de los recomendados por Sara Hirschman y otros vinculados con estos, de modo que también se puedan establecer relaciones intertextuales. En segundo lugar, es importante la organización de la clase como un gran grupo, aunque respetando su heterogeneidad. Y, en tercer lugar, la puesta en práctica del procedimiento propuesto por la autora, de preparar previamente la lectura del cuento y reconocer en él las cuatro categorías,  seguido de la elaboración de una serie de preguntas o comentarios que apunten a que los alumnos registren estos aspectos presentes en los cuentos, a la vez que despierten en ellos la necesidad de participar a través de la expresión de su punto de vista en la construcción colectiva de la subjetividad y la experiencia de lectura. Finalmente, para aprovechar aún más este trabajo, se puede incorporar una propuesta de escritura de diferentes géneros (reseña crítica, un nuevo cuento, carta, etc.) a partir de las lecturas realizadas. Asimismo es recomendable no perder de vista algunos aspectos teóricos de la literatura, que luego podrán ser explotados durante la participación en las nuevas “sesiones”.

Con todas las posibilidades que deja abiertas a la creatividad personal, la obra de Sarah Hirschman —podemos afirmarlo—, constituye una opción metodológica válida para pensar la enseñanza de la literatura hoy. punto final_it8x12


bibliografia Referencia

Hirschman, S. (2011). Gente y cuentos ¿A quién pertenece la literatura? Las comunidades encuentran su voz a través de los cuentos. Buenos Aires: FCE.


¿Cómo citar este artículo?

Herrera, G. (2014). “Gente y cuentos…”: el desafío de integrar lectores. Sociales y Virtuales, 1 (1). Recuperado de <http://socialesyvirtuales.web.unq.edu.ar/articulos-de-los-estudiantes/gente-y-cuentos/>

Ilustración de esta página extraída de:Tapa de la primera edición de la carpeta de trabajo Davini, M. (1999). Curriculum.  Universidad Virtual de Quilmes.

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