El cine y la historia, una vieja y productiva relación
por Alejandra F. Rodríguez
Puede considerarse el cine en tanto industria, productor de obras de arte, dispositivo de poder, vehículo de ideología, entre otras perspectivas de abordaje. En todas ellas es posible —y necesario— dar cuenta del diálogo que ha mantenido con la sociedad y con la historia.
Desde sus comienzos, el cine ha encontrado en la historia una fuente de inspiración temática y ha recurrido a ella en infinidad de ocasiones, de hecho en nuestro país la primera película argumental fue La revolución de Mayo de Mario Gallo, producida en 1909, en el contexto de los festejos del Centenario. Desde entonces los filmes han generado interpretaciones sociales del presente y del pasado; han imaginado, han puesto nuevos temas en la agenda pública, y nos han invitado una y otra vez a soñar, así como también a ponerle imagen y sonido a nuestros fantasmas más temidos.
El cine es por todas estas razones un objeto de estudio privilegiado para indagar sobre los imaginarios, las representaciones y los significados con que cada sociedad reviste a su presente y a su pasado.
Los trabajos de Verónica Chelotti: El salón dorado. Tiempos de cambio en De la misteriosa Buenos Aires, y de Joan Mecozzi y Belén Olivares: ¿Padre vivo, héroe muerto? Representaciones de la familia y la militancia en el filme Papá Iván invitan a reflexionar tanto sobre las versiones de la historia que vehiculizan los filmes, así como sobre algunas tensiones y discusiones de los contextos en que estas obras fueron producidas y que se “filtran” en sus enunciados. En estos análisis se pone la lupa en las decisiones dramáticas, narrativas y estéticas de los filmes, en busca de establecer un sentido, de interpelar a la imaginación histórica, ubicándola en el espacio de debate por el/los sentidos de la historia.
Otro modo de relación entre el cine y la historia se hace presente en ¡Ay Jalisco, no te rajes! Perspectiva para un análisis sociológico de la producción cinematográfica de México entre 1930 y 1940, de Ernesto Albariño. El trabajo invita a pensar la historia del cine mexicano en relación con la historia de la nación y sus transformaciones sociales y políticas.
Ernesto Albariño realiza un trabajo exploratorio sobre los inicios del cine en México hasta los años 40 del siglo XX. Caracteriza brevemente la industria y sus vínculos con EE.UU., para detenerse luego en los registros visuales de la Revolución donde el autor encuentra los elementos para sostener que allí comenzó la construcción del mito del charro mexicano. A partir de entonces, el autor sigue el derrotero de la comedia ranchera y de su contexto social, entrelazando ambos universos.
Belén Olivares y Joan Mecozzi realizan un exhaustivo análisis del documental Papá Iván de María Inés Roqué (2000), en el que se intenta reconstruir la historia de militancia del padre de la directora, quien era miembro de la conducción de Montoneros y está desaparecido. El artículo logra entramar el filme en el espacio de debate historiográfico acerca de los sentidos de ese pasado y lo pone en diálogo con autores como Pilar Calveiro, Maristela Svampa o Ezequiel Sirlin. El análisis detallado de algunas secuencias permite al lector adentrarse en debates acerca del valor de los testimonios y de la memoria.
Verónica Chelotti centra su artículo en un episodio del filme De la misteriosa Buenos Aires (1981), del director Oscar Barney Finn, llamado El salón dorado. La autora explora la potencialidad de la película en su condición de fuente de época y también de versión historiográfica. Se interroga acerca de esta transposición fílmica (de una pieza de literatura de Mujica Lainez de mediados de siglo), que se realiza a finales de la última dictadura militar. Qué es lo decible y mostrable en ese contexto, qué es posible “leer” en la actualidad en dicha representación. Esto le permite a Chelotti tender puentes entre el contexto de producción y el contexto representado.
Si los trabajos aquí reunidos despliegan lazos analíticos que comunican ambas temporalidades, esto no estaría completo si no se evidenciara que es desde el presente que se visiona este corpus de filmes. Es desde las preguntas e intereses actuales que estas piezas culturales cobran vida en cada uno de estos artículos. Y es también en cada lectura que dichas obras se completan, así que invitamos al lector a adentrarse en ella.
¿Padre vivo, héroe muerto? Representaciones de la familia y la militancia en el filme «Papá Iván», por Joan Mecozzi y Belén Olivares
«El salón dorado». Tiempos de cambio en «De la misteriosa Buenos Aires», por Verónica Chelotti
«¡Ay Jalisco, no te rajes!» Perspectiva para un análisis sociológico de la producción cinematográfica de México entre 1930 y 1940, por Ernesto Albariño
Ilustración de esta página: Cortés, Roberto (2018). La máquina de Dios (fragmento).
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