Audiovisuales SyV 9

La formación docente en ASPO. Relato de una experiencia: el ciclo audiovisual «En primera persona»

por Marisa Alonso [1] Marisa Alonso thumb
y Ximena Carreras Doallo [2] Ximena Carreras Doallo - thumb

 

Resumen

El ASPO (aislamiento social, preventivo y obligatorio) en pandemia en la Argentina implicó la suspensión de las clases en todos los niveles educativos. Esta situación de excepción obligó a la revisión de las dinámicas pedagógicas y didácticas. La presencialidad pasó a modalidades virtualizadas; actividades y consignas, tareas y pruebas a distancia, por dispositivos y aplicaciones.

En consideración de esa realidad imperante, la Unidad de Formación y Capacitación Docente (UFCD) del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Quilmes presentó el ciclo denominado En primera persona, una realización de diez videos cortos, de factura casera, que luego fueron intervenidos en la edición para lograr un producto homogéneo para su presentación. La convocatoria fue amplia y promovió la incorporación de personas del mundo de la educación, la cultura, la ciencia y la salud con el fin de facilitar la tarea de los profesionales vinculados a la educación.

En el presente trabajo se relatan los fundamentos en torno a los videos producidos. En primera persona se refiere a la cotidianidad de la pandemia y se acercan reflexiones sobre temas vinculados a la educación y la formación. 

Palabras clave: formación, Argentina, pandemia, audiovisual.

 

Origen y características de la Unidad de Formación y Capacitación Docente

La Unidad de Formación y Capacitación Docente (UFCD) pertenece al Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Quilmes. Fue creada por resolución del Consejo Departamental en abril de 2018 (Res. CD 827-0754/18). Su objetivo es recoger el desafío de la formación docente, considerada una actividad académica prioritaria de la Unidad Académica, debido a la experiencia profesional en el área de sus integrantes[3]. La actualización y capacitación permanente en el ámbito de la formación docente son una necesidad reconocida y valorada tanto para el Departamento de Ciencias Sociales como para la Universidad Nacional de Quilmes. En tal sentido, las universidades nacionales, los institutos de formación superior y las organizaciones territoriales tienen una responsabilidad en la tarea de formar y capacitar.

La UFCD y la Dirección de Profesorados tienen, además, el compromiso de atender la demanda y articular las propuestas formativas con las asociaciones locales, las organizaciones gremiales y actores con los que es posible y deseable mejorar la integración mediante acuerdos para realizar acciones conjuntas en el ámbito de la capacitación. 

La coyuntura pandémica y de ASPO significó la suspensión de todo tipo de actividad presencial. Esta situación de excepción obligó a la reflexión sobre diferentes aspectos de la educación, entre los que la formación y las dinámicas pedagógico/didácticas que hasta el momento habían resultado útiles y eficientes debieron revisarse y modificarse.

La virtualidad se impuso en todos los ámbitos educativos. Actividades y consignas, tareas y pruebas a distancia, fueron reemplazados por dispositivos y aplicaciones. La situación tuvo que abordarse con nuevas formas de comunicar, de proponer, de intervenir en una realidad profesional transformada.

Como equipo, tanto desde la UFCD como desde la Dirección de Profesorados, se sostuvo la rigurosidad académica en la reformulación de la tarea. El constante intercambio y la colaboración de quienes investigan, analizan y producen materiales para la formación y capacitación así como para la docencia aportaron las orientaciones necesarias para avanzar con la tarea y alcanzar los objetivos. Sin perder de vista que las herramientas para resolver este desafío se construyen y reconstruyen en nuestra actividad.

El horizonte propuesto ha sido y es defender la educación y la formación de nuestros docentes y profesionales para darle continuidad a los espacios que nos vinculan al Departamento de Ciencias Sociales, al que pertenecemos, así como a nuestra universidad.

La pandemia evidenció un escenario complejo y no puede desprenderse de las memorias de lo realizado (López, 2020), que funcionan como un dispositivo que se opone y resiste en un contexto alterado.

 

Preguntas urgentes

comienzo-citasVamos a hacer un invento,
que nos cubra del viento,
del viento del desamparo.
Margarita Roncarolo (poeta, performer)

La crisis global, esta vez, como lo observa Franco “Bifo” Berardi (2020), “no proviene de factores financieros y ni siquiera de factores estrictamente económicos, del juego de la oferta y la demanda. La crisis proviene del cuerpo” (p. 42). El filósofo se refiere al cuerpo planetario, colectivo, y observa la falta de respuesta ante algo que ignoramos y que trae como consecuencia que la máquina de la economía se detenga. Se trataría de “un virus semiótico en la psicósfera [que] bloquea el funcionamiento abstracto de la economía, porque sustrae de ella los cuerpos” (p. 37).

La alteración de la rutina cotidiana puso foco en la fragilidad del colectivo global. Cambió nuestra actividad profesional; nuestro trabajo docente, la pedagogía necesaria para desarrollar una clase se transformó, la presencia del ámbito de lo privado en el contexto del aula, la problemática de la conectividad y del uso compartido de dispositivos, por mencionar solo algunas de las aristas de lo real pandémico. Así la educación, la escuela y la formación debieron repensarse. 

En este contexto, el espacio y el tiempo mutaron. Por ello, parte de nuestro horizonte de trabajo necesita contemplar la perspectiva de repensar estas variables atravesadas por la tecnología. No es posible reprogramar proyectos o propuestas si no atendemos a esta nueva definición de la temporalidad. A la vez, la memoria que cada uno tiene de los vínculos en el contexto de aquellas otras relaciones físico-temporales que caracterizaron de modo histórico a la educación puede convertirse en una resistencia y un escollo para el avance en este nuevo territorio educativo del presente y el porvenir. 

Como integrantes de este sistema educativo transformado, revisamos lecturas, aprendimos, en el recorrido, sobre el uso de herramientas hasta hace poco desconocidas, y nos hacemos preguntas. Esta es la situación en la que nos encontramos docentes de todos los niveles y especialistas, algunos con más habilidades que otros que resolvieron con la intuición pero conscientes de la necesidad de pensar cómo seguir. Las desigualdades sociales, de clase, de género, entre otras, se intensificaron. La situación laboral, la situación sanitaria de cada cual, se presentó con crudeza e influyó en las propuestas que cada docente pudo realizar y a la que cada profesional de la educación pudo recurrir.

Una sociedad, como lo observa María Pía López (2020), no es solo lo que tiene en términos materiales y económicos. Hay otra riqueza que tiene que ver con “el lenguaje compartido, la ciencia, el saber, el arte, la construcción de enunciados y modos de actuar con relación a otros” (p. 72). Son parte de la riqueza, también, las herramientas que allanan una respuesta en momentos inéditos de tensión y de conflictividad entre fuerzas poderosas de la sociedad actual. En todos estos contenidos enunciados, reconocemos, identificamos, y, desde ahí, entendemos que hay que comenzar a dar respuestas.

Hoy podemos caracterizar a la educación por la aceleración de los procesos de expansión planetaria de internet, la generalización del uso de tecnologías informáticas móviles, el uso de la inteligencia artificial y el intercambio de información a gran velocidad. Estos, entre otros factores, permiten hablar de una “nueva gestión semiótico-técnica digital” (Preciado, 2020, p. 172). 

¿Cuáles son las respuestas a estas nuevas necesidades desde la formación y capacitación docente? ¿Cómo avanzar con agilidad para ofrecer argumentos para unas preguntas que, hasta hace meses, no presentaban este contenido urgente? ¿Cómo hallarnos un paso adelante a la hora de proyectar en un escenario de cambio?

 

La experiencia y la intuición: un camino posible para resolver el desafío

La UFCD, junto con la Dirección de Profesorados, realizó un diagnóstico de los materiales que circulaban mientras se definían las condiciones del contexto de pandemia. Observamos la presencia de una sobreoferta de propuestas en formatos de seminarios, talleres, videoconferencias o encuentros que aportaban información, contenidos, habilidades para transitar ese momento sociocultural.

Así fue que empezamos a imaginar el producto audiovisual que tiene al menos tres ejes sobre los que se organizó: un protagonista (varón o mujer) reconocido en su disciplina; experiencia vital y profesional, que fue referencia para la elección; y un relato que propone reflexiones sobre estrategias posibles aplicadas para la coyuntura.

Consideramos la presentación de una alternativa que acompañara pero que no reprodujera lo ya disponible para no abundar y abrumar. La meta era el aporte de perspectivas para una reflexión.

 

#EnPrimeraPersona 

Contactamos a personalidades referentes en distintas disciplinas. Les propusimos la realización de videos, de factura casera, con una extensión no mayor de cinco minutos. Decidimos ajustar el contenido del producto a un tiempo que definimos como corto/breve, cuyo formato casero (self made[4]) permitió el establecimiento de ese puente entre los profesionales de las disciplinas (quienes también se encontraban en sus casas aislados) que se comunicaban con todos los escuchas/receptores.

La determinación de realizar un material corto se vinculó con las características de un contexto en el que la atención está asediada por las posibilidades que ofrecen las pantallas: en permanente atención flotante, “siempre disponible para la nueva interrupción” (Dussel, 2020, p. 52).

Las primeras propuestas se grabaron en formato vertical y, luego, y por indicación de la editora, se transformó a un formato horizontal. Encontramos la música y el punto de partida para que fuera común a todos los invitados, al tiempo que establecimos una presentación que indicara de quién se trata cada vez, con el resaltado de alguna idea o intervención a través de acciones de edición.

 

El contenido 

Las miradas convertidas en un mosaico de ideas, de planteos, de propuestas que apuntan contra el relato instalado. En primera persona se habla de aquello que no está en la agenda, desde lo biográfico y particular, imagina modos de transitar los acontecimientos que pueden ser distintos; desarrolla un contenido que invita a la pausa y a la reflexión. Se trata de un instrumento para politizar el entorno, debatirlo y evitar la naturalización de lo que acontece. 

La propuesta se sostiene en la riqueza de un lenguaje compartido que cada participante abre a los receptores/oyentes/videntes. Así, la palabra como clave, el lenguaje que se acerca y homologa la situación, que permite la empatía mediante el relato personal y biográfico, acerca un análisis de cómo se percibe el entorno. Es decir, tratar de entendernos y nombrarnos en este peculiar yo/aquí/ahora. Evitar la imposición de una única voz, “una textura única a la narrativa de lo que sucede” (Pasquinelli, 2020, p. 175). El objetivo: correrse de la perspectiva que convirtió a la situación pandémica en un espectáculo más.

Los protagonistas del ciclo En primera persona brindan su mirada desde lo urgente, pero a la vez plantean una arista más, proyectada hacia un futuro desde sus experiencias disciplinares. Mientras los docentes se preocupaban por los contenidos y cómo presentarlos, la UFCD promovió estos aportes que reivindican la exploración, el abordaje intuitivo de formas de comunicación en el contexto del puro presente, para lograr una respuesta diferente.

Mientras el concepto del tiempo se desintegraba, o parecía detenido o en permanente presente continuo, En primera persona sugería percibir lo que, en el marco de la acelerada cotidianidad, no hubiéramos podido. En este sentido, dice Sandra Carli (doctora en Educación, docente, investigadora independiente del Conicet): 

comienzo-citas[…] aprovechar este momento, pensarlo como una oportunidad para la educación de nuestra sensibilidad, para el trabajo del pensamiento, y para experimentar y disfrutar de prácticas que muchas veces quedan en un segundo plano, en esta vorágine productiva, [para] profundizar en nuestras prácticas de lectura y escritura, [y] poder sumar […] insumos no solo textuales, sino audiovisuales, sonoros… (de 0.41 a 1.50)

Inés Dussel (doctora en Educación, profesora investigadora del Departamento de Investigaciones Educativas del CINVESTAV-IPN, México) también se sumó al ciclo y explicitó las dimensiones educativas de la crisis, y revalorizó el lugar particular de la escuela como un espacio de lenguaje sistemático, desde el cual está facilitado el acceso a lenguajes más complejos y a preguntas. Dussel reconoce el ámbito escolar como uno en el que puede haber un tiempo de ensayo y error. 

El reconocimiento del contexto para cuestionar-se emerge una y otra vez, así como el eje en la importancia que tiene la pregunta como punto de partida de una mirada crítica y reflexiva sobre la realidad. Diego Golombeck (biólogo) y Pablo Esteban (comunicador social, periodista científico) se enfocan en el valor de la pregunta. También lo hace Andrea Gaviglio (terapista ocupacional, especialista en discapacidad) cuando se refiere a la necesaria interpelación que debemos realizar a la hora de imaginar a aquellos que, detrás de una pantalla, tratan de aprender y tal vez no están condiciones de hacerlo. 

Algunos, desde sus disciplinas, revisan las prácticas y proponen alternativas, como Carmelo Saitta (docente de música, compositor), que sostiene la necesidad de escuchar y de hacer música. En otros casos, la cuestión se posiciona en la coyuntura. Tampoco está ausente de estas reflexiones la palabra y su uso. Malen Denis (periodista, poeta) se refiere al virus como parte de un entramado del lenguaje, señala que fue identificado como “el gran igualador”, y se pregunta “en qué sentido igualador un virus que solo muestra las crueles diferencias sistémicas en las que vivimos en nuestro mundo” (de 1.00 a 1.07). En este sentido, Malen Denis advierte que, en realidad, las crisis económicas y las crisis sanitarias siempre afectan a las mismas personas, a aquellas que “son constantemente vulneradas, cuyos derechos no son tomados en cuenta” (de 2.50 a 3.01).

Por su parte, Daniel Bormioli (médico sanitarista), desde su saber como profesional de la salud, recupera la importancia de las políticas públicas y el rol del Estado como una agencia institucional que debe estar presente. Sin perder de vista el impacto de los vínculos familiares, barriales y “los problemas sociales, económicos, laborales” (1.08) que se visibilizan y redimensionan en el marco de la crisis pandémica.

La voz e imagen elegidas de cada uno formó un coro que tenía en común reconocer y recuperar lo plural de la experiencia. La importancia de instituir un espacio tiempo colectivo, en el que la palabra tenga un status particular y en el que el todo sea una construcción y no una sumatoria de sus partes. Incluso el lenguaje de la música necesita una mínima comprensión, como lo observa Carmelo Saitta.

Al recorrer los diez videos, se percibe optimismo hacia el futuro. La mayoría de los expositores se plantean la necesidad de identificar ese futuro desde lo colectivo, que debe surgir de una perspectiva más general, donde la pregunta sobre el mañana, que se formula Sandra Carli en el primero de estos materiales, se repite una y otra vez[5]. La participación, el compromiso y la solidaridad también son valores que se reproducen en estas intervenciones.

Se decidió que el último de los videos, que cierra el recorrido propuesto, tuviera la lógica de un cadáver exquisito, ya que, al rever, al volver a escuchar y recortar aquello que era un posible disparador de nuevas ideas, la voz coral era una lectura que queríamos resaltar. Retomar la palabra del otro, buscar en el despliegue de su perspectiva la mixtura e interrelación entre los contenidos obtenidos. 

El video colectivo tiene una extensión similar a los individuales y comienza con Lito Vitale, músico y compositor que propone un acercamiento a la música y al arte en general, mientras en la pantalla lateral izquierda se visualizan la totalidad de protagonistas. 

Se destaca la revalorización de la escuela y la docencia en la palabra de una especialista y de un músico dedicado a la creación pero también a la educación; sin que pierda importancia la participación activa en la sociedad, el sostener y mantener el aislamiento social obligatorio, como lo observa el médico sanitarista. Escuchar, reflexionar en la escucha, hacer buenas preguntas, y el “dejemos que la gente haga […]” (Carmelo Saitta, 4.52). Entender que “tenemos que seguir educando […] para estar un poco más juntos, para estar un poco menos aislados”, cierra Diego Golombek (2.37). Se trata de un juego del lenguaje, de expresiones, de ideas y la posibilidad de completarse en la complementación.

 

A modo de reflexión final

El porvenir no repetirá lo que fue, pero tampoco implicará el abandono de todo lo que se desarrolló antes de la pandemia y el ASPO. Por este motivo, sistematizar experiencias y formatos utilizados es relevante. 

Entendemos que aportamos a la formación y a la discusión de aspectos sobre la tarea profesional al dar voz a los protagonistas, con una mirada transdisciplinar, que favorece la reflexión pero también la apropiación de ideas para trabajar con colegas o con estudiantes: ¿qué se puede hacer en este nuevo tiempo?, ¿cómo puede hacerse?, ¿para qué hacer algo?, ¿cuál es el objetivo al que debemos aspirar?, ¿qué lugar ocupa la escuela?, ¿cuál es la tarea de la universidad? Todas estas preguntas pueden responderse pero también discutirse, revisarse con estos materiales que parten de miradas disciplinares diferentes, pero dimensionan la complejidad y sugieren ideas para hacerlas propias con las herramientas disponibles y al alcance de cada cual. El desafío es construir nuevos mapas mentales y re-pensar las metáforas y las representaciones, para construir nuevas y de modo colectivo.

Nuestro objetivo fue motivar y acercar el espacio de debate y “activar una memoria social compartida, procurar que ella sea parte de las imaginaciones que disputan el futuro” (López, 2020, p. 77).

Frente a un mundo que se presenta determinado por lo incierto, con personas que aprenden a los tumbos, en la vorágine diaria, cómo volver a vincularse, a trabajar, a socializar, la apuesta y propuesta desde la UFCD se enfoca en la trasmisión y en que es posible una perspectiva ligada a lo vital y colectivo, para “ir hacia la apuesta de una vida que valga la pena de ser vivida” (López, 2020, p. 77), porque la curiosidad, el saber, el deseo y la reflexión anidan en lo humano y son las claves para imaginar el porvenir.

Ver todos los episodios aquí:  https://www.youtube.com/playlist?list=PLI2x4NverZk-2-LPzDlSikmHfyK75Wz9V

 

icono notas Notas

[1] Coordinadora de la Unidad de Formación y Capacitación Docente (UNQ), docente e investigadora.

[2] Directora de los Profesorados de Ciencias Sociales, Comunicación Social, Educación e Historia de la UNQ; docente e investigadora.

[3] La UFCD del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Quilmes está integrada por la coordinadora del espacio, la dirección de las carreras de Educación modalidades virtual y presencial, las carreras de Profesorado y la coordinación del Ciclo Introductorio de la Unidad Académica.

[4] “[…] la selfie es instantánea [da cuenta de la cotidianeidad], es sincrónica, es la fotografía del ahora. Y allí radica su potencia comunicacional, su valor estético y su apuesta política […] la selfie se construye desde el presentar para el presente en tanto presente […] Decía Barthes que el noúmeno de la fotografía es esto ha sido. El noúmeno de la selfie sería, entonces, esto es” (Murolo, 2015, p. 696).

[5] En frases tales como: “Lograr la ampliación de colectivo” o “Somos un conjunto, somos parte de un todo… lo que le pasa a una persona, afecta a otras” (Lorena Vega, actriz).

icono notas Bibliografía

Agamben, G.; Berardi, F. “Bifo”; Butler, J.; Harvey, D.; Han, Byung-Chul; Yañez González, G.; Preciado, P. B., et al. (2020). Sopa de Wuhan. Pensamiento contemporáneo en tiempos de pandemias. Buenos Aires: ASPO.

Avogadro, E; Borovinsky, T.; Burucúa, J. E.; Fiquepron, M.; Gutiérrez, D.; Hernández, P.; Kohan, M.; Malosetti Costa, L.; Peker, L.; Salvador, Á.; Tantanian, A. Telerman, J. y H. Vanoli (2020). Porvenir. La cultura en la post pandemia. CABA: Fundación Medife y Ministerio de Cultura.

Decreto ley 260/20. “Emergencia sanitaria”. Disponible en http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=335423

Decreto ley 297/20. “ASPO”. Disponible en https://www.argentina.gob.ar/normativa/nacional/decreto-297-2020-335741

Dussel, I; Ferrante, P; Pulfer, D. (compiladores) (2020). Pensar la educación en tiempos de pandemia. Entre la emergencia, el compromiso y la espera. Buenos Aires: Editorial de la Universidad Pedagógica Nacional.

López, M. P.; Petruccelli, A.; Pasquinelli, L.; Kaufman, A., et al. (2020). La fiebre. Buenos Aires: ASPO. Disponible en https://www.elextremosur.com/files/content/23/23821/la-fiebre-aspo.pdf

Maggio, M.; Birgin, A.; Meirieu, P.; Dussel, I.; Puiggrós, A., et al. (2020). Bitácora de cuarentena, para docentes y pedagogues 2020. Buenos Aires, Argentina – São Paulo, Brasil. Disponible en http://catedradatos.com.ar/media/Bitacora-de-Cuarentena-junio-2020.pdf

Murolo, N. L. (2015). “Del mito del Narciso a la selfie: una arqueología de los cuerpos codificados”. Palabra Clave, 18(3), pp. 676-700. Disponible en: https://www.redalyc.org/pdf/649/64941029003.pdf

¿Cómo citar este artículo?

Carreras Doallo, X. y Alonso, M. (2022). La formación docente en ASPO. Relato de una experiencia: el ciclo audiovisual En primera persona. Sociales y Virtuales, 9(9). Recuperado de http://socialesyvirtuales.web.unq.edu.ar/la-formacion-docente-en-aspo-relato-de-una-experiencia-el-ciclo-audiovisual-en-primera-persona/


Ilustración de esta página: Fiallegas, D. (2022). Malvinas [acrílico sobre tela]. En Programa de Cultura de la Secretaría de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional de Quilmes y Sociales y Virtuales, convocatoria artística “Malvinas, 40 años después”. Bernal: UNQ.

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