por Ricardo Benítez
De todo se puede salir, pensaba.
De todo se puede quedar atrapado, se contestaba.
Todo era miedo, como había sido siempre en su vida, pero…
¿Una pandemia? Era mucho.
Sopesaba tranquilo cada opción.
Se caían los sistemas, se gestionaba muerte, se sostenía esperanza.
¿Dónde se podría parar él? ¿En qué lugar de todo ese mundo nuevo, que chocaba contra él mismo, podría encontrar algún tipo de tranquilidad?
La incertidumbre no era desconocida para él, pero no valía, ahora, compartirla con toda la población mundial. Eso lo desconcertaba, lo malhumoraba, lo ponía más gris que nunca.
A todo fracaso se había acostumbrado, pero ahora, ¿todo el mundo?
Se había acostumbrado a ser “el negativo”, “el oscuro”. ¿Y ahora todos?
Años de aislamiento social.
Y ahora todos.
¿Y si esa cuestión del miedo a que todo se acabe generaba algo positivo, algo que realmente cambiara las cosas? Mirá si eso iba a ser posible. El mundo y la madre naturaleza, agradecidos. Todo era demasiado. El mal humor lo acechaba constante.
Un universo que cambia para bien, un capitalismo salvaje que se cae (soltaba una carcajada estrepitosa por dentro).
Será cuestión de esperar.
Quizás el mundo vaya a ser mejor, más humano. Quizás todos mueran… (Luchaba contra sus pensamientos optimistas).
En todo caso será cuestión de creer en algo, lo que sea, pero creer.
El barbijo y la calle vacía.
De todo se puede salir, pensaba.
¿Cómo citar este artículo?
Benítez, R. (2020). Salir. Sociales y Virtuales, 7(7). Recuperado de http://socialesyvirtuales.web.unq.edu.ar/salir
Ilustración de esta página: Pereyra, R. (2020). Barbijo medieval. [Fotografía]. En Sociales y Virtuales y Programa de Cultura (Coords.), exposición artística #YoMeQuedoEnCasa. Bernal: Universidad Nacional de Quilmes.
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