por Malena Torres
A Carmela le parecía que la pared enfrentada al ventanal era lo más desabrido que había visto en todo el encierro; horas compartidas con esa aburrida porción de material blanco que podían alegrarse con un poco de color. A pesar de sus nulos conocimientos sobre artes visuales, Carmela pensó «¿qué tan difícil puede ser pintar una mariposa?» Y puso manos a la obra.
Empezó por bocetar el dibujo con un lápiz para, luego, ser más precisa con el pincel. Al ser esa pared un tanto rugosa, el lápiz se gastó fácil y rápidamente, por lo que tuvo que buscar uno nuevo (en su totalidad utilizó cuatro). Finalizado el primer paso, notó que una de las alas de la mariposa estaba chueca e intentó borrarla. Mal hecho, porque ahora, en su intento de arreglarlo, había esparcido toda una mancha gris en su obra de arte. «Tranquila», se dijo a sí misma, «si tapo la mancha con la pintura no se va a ver». Y comenzó con las pinceladas.
Al cabo de una hora, Carmela rompió en llanto. Debido a su poca habilidad para mezclar colores, todo lo que se veía en esa pared era una enorme mancha marrón. Decidió acostarse a dormir dándole la espalda a su fallido intento de mural. Quizás lo desabrido no era la pared. Quizás lo desabrido era ella, quizás la necesidad de colores se encontraba en lo que ahora se había convertido su vida. Carmela cerró los ojos y esa noche, soñó en blanco y negro.
¿Cómo citar este artículo?
Torres, M. (2020). Desabrida. Sociales y Virtuales, 7(7). Recuperado de http://socialesyvirtuales.web.unq.edu.ar/desabrida
Ilustración de esta página: García, M. (2020). Micro libertades. [Dibujo/arte digital]. En Sociales y Virtuales y Programa de Cultura (Coords.), exposición artística #YoMeQuedoEnCasa. Bernal: Universidad Nacional de Quilmes.
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